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martes, 29 de marzo de 2011

Fija la vista en el Premio



De repente me levanto y siento que algo no está bien. Veo la ventana con nubarrones y negros edificios, volteo a el reloj y veo que aún no completo el promedio de horas del mes y además quedé de verme con Jorge para predicar en la parada del transporte en 10 minutos.

Me levanto de un salto de la cama y corro a bañarme. Aún semidormido, hago una oración  a Jehová para agradecerle por la vida y pedirle su bendición para el día de hoy. Me vienen a la mente los recuerdos y los momentos que he pasado con Jorge desde que entramos a la Organización; nos dio estudio el mismo hermano, nos bautizamos y emprendimos el precursorado regular juntos.


Salgo de prisa de mi departamento corriendo a la  parada, cruzo dos calles y en la esquina alcanzo ver a Jorge, y al parecer marchándose de la parada pues creyó  que ya no llegaría. “¡¡¡Jorge!!!” Le llamo y cruzo la calle sin ver.Mi amigo  se voltea y me grita desesperado: “¡CUIDADO PABLO!” 

Volteo y veo una sombra que me da un tremendo golpe y me lanza por los aires, sintiendo por último un fuerte impacto con el pavimento.A  lo lejos oigo una voz grave pero amable que me dice: ¡¡ PABLO,  LEVÁNTATE!! Abro los ojos y la luz del día me molesta, recuerdo lo que pasó hace unos momentos, creo que fui atropellado.  Quizá estoy en la clínica, pero al acostumbrarse mis ojos  al brillo de la luz, veo que esto no puede ser una clínica.Me encuentro sentado en una pradera con pinos y palmeras, vegetación en abundancia y a lo lejos unas casas.

La ropa que traigo, no es la misma con la que me cambié aquel día, ésta es de bonitos colores y parece de calidad. A la distancia alcanzo a percibir lo que quizás son niños jugando con algunos animales.De repente me quedo atónito: ¿Será? ¿Puede ser realmente Éste El Nuevo Mundo Prometido, el Paraíso? Me levanto sintiéndome algo confundido y camino hacia las casas que se ven, y al tocar la primera puerta, para  mi sorpresa sale una mujer de muy bonita apariencia. Me parece familiar, sus rasgos tienen algo. Me doy cuenta de quién es cuando dice: “PABLO”. Y me da un abrazo…. ¡¡¡Es mi abuela!!!. Vaya sorpresa, aún sin creer que sea ella, le pregunto entre lágrimas y mi voz entrecortada por mi familia. “Están en la cabaña de aquella montaña, ¿la ves?”  Sin decir nada empiezo a correr con todas mis ganas hacia allá. Llego desesperado y toco ansiado a la puerta, sale mi hermano mayor, quien de la sorpresa solo atina a darme un abrazo fuerte, sin decir nada, pues sus lágrimas lo dicen todo, sale mi familia a recibirme, todos muy extasiados, algunos de los cuales solo conocí en fotografías.

Después de platicar con mi hermano y haber llorado bastante, le pregunté si fuese posible que fuéramos a visitar a Jorge mañana. Mi hermano hace una pausa, suspira y me dice: “Creo que no va a ser posible, Jorge no logró pasar al Paraíso”.  Me quedé impresionado mientras reprimía mis lágrimas. Mi hermano sigue: “6 meses después de tu muerte, empezó a tener problemas en la Congregación, perdió sus privilegios debido a una muchachita que no estaba en la verdad. Se molestó por el consejo y se marchó con ella. Nunca volvió, lo peor es que solo faltaba 1 año para que Jehová le premiara con la Vida Eterna. Sí, faltaba 1 año para ARMAGEDON. El fue barrido junto con toda la gente inicua”. Salí impactado de la habitación, al salir de la cabaña, me fui a sentar a lo lejos en una montaña junto a una manada de leones y ví las estrellas y el paisaje del anochecer y pensé: “1 año”. Aún consternado por la noticia, le oré a Jehová para agradecerle por haberme escrito en el Libro de la Vida, y acordarse de mi en el Paraíso. ¡¡¡GRACIAS JEHOVÁ!!!, ¡¡¡GRACIAS!!!”

¿Te has soñado alguna vez en el Paraíso en la Tierra? Seguro que sí, pues como cristianos esa es una de las  esperanzas  que abrigamos, y es bueno  hacerlo.Pero aún más importante, es la relación que debemos tener para con Jehová, pues ésta nos permitirá no solo sobrevivir a la Gran Tribulación, sino que nos permitirá seguir alabando a Jah no solo durante mil años, sino por todos los años.Ahora déjame por favor hacerte una pregunta:En la ilustración, ¿quién eres tú? ¿PABLO O JORGE? Tus actos y decisiones son los que decidirán quién realmente eres.